En ocasiones, los niños sienten que ellos son culpables, que si
hubieran actuado de manera diferente o hubieran tenido otro aspecto, el acoso
no estaría sucediendo.
A veces, tienen miedo de que los agresores descubran que se
chivaron y la situación empeore. En algunos casos, les preocupa que sus padres
no les crean o no hagan nada al respecto, o que los alienten a hacer frente a
los agresores, una situación que a ellos les da miedo. Por lo que debe
felicitar a su hijo por su valentía al hablar de lo que está sucediendo.
Recuérdele que no está solo, ya que muchos niños sufren agresiones de sus compañeros
en algún momento de su vida escolar. Haga hincapié en que el agresor es el
culpable, no su hijo. AsegUrele que encontrarán juntos la solución del problema.
En
muchos casos, un hermano o un amigo mayor pueden ayudar a afrontar esta
situación. Tal vez a su hija le ayude escuchar que su hermana mayor, a quien
idolatra, fue víctima de burlas a causa de sus aparatos y fue capaz de
enfrentarse a la situación. Un hermano o un amigo joven pueden darles a los
padres una opinión sobre lo que está sucediendo en la escuela, o cualquier otro
lugar donde ocurran las agresiones, y ayudarlo a encontrar la mejor solución.
Tome en cuenta el hecho de que las agresiones pueden empeorar si
los agresores descubren que su hijo les contó el acoso que sufre. En ocasiones,
resulta útil hablar con los padres del agresor. En otros casos, es mejor
contactar primero con los profesores del colegio para que actúen de mediadores
entre las dos partes.
Algunos países poseen leyes y políticas de actuación referidas a
estos comportamientos agresivos. Infórmese de cuáles son las leyes que rigen su
comunidad. Si llega a estar muy preocupado por la seguridad y salud de su hijo,
puede necesitar ponerse en contacto con las autoridades jurídicas.
ESTRATEGIAS PARA LOS NIÑOS
La clave para ayudar a los niños que sufren bullying es
proporcionarles estrategias que les permitan afrontar y superar las actitudes
agresivas de otros niños y que también contribuyan a que recuperen su confianza
y autoestima.
Puede resultar entendible el aconsejar al niño que devuelva la
agresión. Después de todo, el sufrimiento de su hijo le produce cabreo y tal
vez a usted le hayan enseñado a defenderse solo cuando era joven. Sin embargo,
es importante aconsejarles a los niños que no respondan a los agresores con más
violencia. Esto puede culminar en un mal mayor y en que el propio agredido
salga más perjudicado. En cambio, es mejor alejarse de la situación, estar con
otros niños con los cuales se encuentre a gusto.
A continuación se exponen algunas estrategias para sus hijos, las
cuales pueden ayudar a mejorar la situación y ayudarlos a sentirse mejor:
-Eliminar los posibles incentivos: Si el agresor les roba a los niños el dinero que llevan para el
almuerzo, ellos deben empezar a llevar su comida ya lista, así no podrá
robárselo. Del mismo modo que si intenta apoderarse de su equipo de audio, es
importante que no lo lleven a la escuela.
-Recurrir a los amigos y
evitar las agresiones: Asegurarse de
estar acompañados cuando aparece un agresor. Estar cerca de un amigo en
aquellos lugares donde haya un agresor: en el autobús, en los pasillos o
durante el recreo, y hacer lo mismo por un amigo que se encuentre en la
situación de acoso escolar.
-Actuar con valentía,
alejarse e ignorar al agresor: De manera firme y clara, los niños deben decirle al agresor que se
detenga y, luego, alejarse. Al ignorar al agresor, los niños están demostrando
que no les interesa y estar por encima de sus provocaciones. Con el tiempo, es
posible que el agresor se aburra de intentar molestarlos si no recibe
ningún tipo de atención.
APOYAR AL NIÑO
En el entorno familiar, usted puede limitar el impacto negativo que
provocan las agresiones. Promueva que su
hijo se junte con amigos que los ayuden a tener confianza en sí mismo. Ayúdelo
a conocer a otros niños apuntándolos en algún club o en una liga deportiva. Y
encuentre actividades que contribuyan a que se sientan fuertes y confiados.
Como por ejemplo, una clase de defensa personal, como karate, o algún otro tipo
de gimnasia.
Y sólo recuerde lo siguiente: a pesar de lo irritantes que puedan ser estas situaciones de agresión para usted y su familia, existen muchos recursos y personas dispuestas y preparadas para ayudarlo, usted no se encuentra solo.
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